(SOLO CHICAS, SOLO CHICAS TRAVIESAS)
Enciende velas aromáticas (lavanda, jazmín o ylang-ylang para relajarte).
Baja las luces.
Pon música suave y ambiental.
Calienta un poco de aceite (de coco, jojoba, almendras dulces o tu favorito).
✅Crea el ambiente primero: Y llámame.
✅Habla sobre tus expectativas.
✅¡Cuéntame mis limitaciones!
✅Comparte tus fantasías y exigencias.
LO CUMPLIRÉ. O SI NO...

ESTA NOCHE:
No quiero solo tocarte, quiero desenredarte. Lentamente. Con propósito. Con hambre en mis manos y paciencia en mi respiración. Quiero que estés tan mojada que sentirás tus muslos apretarse sin darte cuenta.
IMAGINA ESTO:
Estás tumbada, con aceite tibio en la piel, tu cuerpo ya anticipando lo que sigue. Empiezo por tus hombros, masajeando con círculos lentos y firmes. Sientes cómo mis palmas se desplazan más abajo: tu espalda, tu cintura, tus caderas, deteniéndote en todos los lugares que te hacen suspirar. Y no me apresuro. Te provoco. Dejo que el silencio y la respiración creen la tensión entre cada caricia.
Luego, mis manos se deslizan por la parte trasera de tus muslos, subiendo entre ellos, casi tocando, pero sin llegar a tocar, donde te duele. Ya estás mojada. Puedo sentir su calor en la punta de mis dedos. Quieres más, pero me tomo mi tiempo.
Deslizo mi mano hacia arriba de nuevo, rozando apenas esa zona sensible, haciendo círculos, provocándote. Tus caderas se elevan instintivamente. Te susurro al oído, preguntándote cuánto lo deseas, y la forma en que tu cuerpo se arquea es la única respuesta que necesito.
Entonces cedo.
Mis dedos te encuentran, resbaladizos e hinchados, y empiezo a trabajarte a ritmos lentos y constantes. Quiero que estés al límite durante minutos. Quiero sentir tus muslos temblar y oír cómo se te quiebra la voz cuando intentas contenerte. Y cuando por fin te sueltes, te abrazaré. Deja que las olas de tu orgasmo te inunden, una y otra vez.
Pero no me detendré después del primero. Te fortaleceré de nuevo. Encontraré cada punto que te deje sin aliento. Tu segundo orgasmo será aún más fuerte. Para el tercero, estarás agarrando las sábanas, gimiendo mi nombre, empapada, deshecha, completamente perdida en el placer. Eso es lo que quiero. Eso es lo que te mereces.**
Es una carta de amor escrita a través del tacto, que termina solo cuando te has deshecho por completo.
(LADIES ONLY, NAUGHTY GIRLS ONLY)

Light some scented candles (lavender, jasmine, or ylang-ylang for relaxation).
Turn down the lights.
Put on some soft, atmospheric music.
Warm up some oil (coconut, jojoba, sweet almond or your favorite).
✅Create the Mood first: And call me
✅Speak up about expectations
✅Let me know my limitations !
✅Share your fantasies and demand.
I WILL FULFILL IT. OR ELSE..............

TONIGHT:
I don’t want to just touch you—I want to unravel you. Slowly. with purpose. with hunger in my hands and patience in my breath. I want to make you so wet, you’ll feel your thighs press together without realizing it.
IMAGINE THIS:
You’re lying down, warm oil on your skin, your body already anticipating what’s next. I start at your shoulders, massaging with slow, firm circles. You feel my palms move lower—your back, your waist, your hips—lingering in all the places that make you sigh. And I don’t rush. I tease. I let silence and breath build the tension between each stroke.
Then, my hands glide to the backs of your thighs, up between them, almost but not quite touching where you're aching. You’re already wet. I can feel the heat of it against my fingertips. You want more—but I take my time.
I slide my hand up again, just grazing that sensitive place, circling, teasing. Your hips lift instinctively. I whisper in your ear, asking you how badly you want it—and the way your body arches is the only answer I need.
Then I give in.
My fingers find you, slick and swollen, and I start working you in slow, steady rhythms. I want you on the edge for minutes at a time. I want to feel your thighs shake and hear the way your voice breaks when you try to hold back. And when you finally let go—I’ll hold you there. Let the waves of your orgasm crash over you, again and again.
But I won’t stop after one. I’ll build you up again. I’ll find every spot that makes your breath catch. Your second orgasm will be even stronger. By the third, you’ll be gripping the sheets, moaning my name, soaked, undone, completely lost in pleasure. That’s what I want. That’s what you deserve.**
It’s a love letter written through touch—ending only when you’ve unraveled completely.